29 de Septiembre.

Odio, sólo un estado más de un cuerpo
inútil, apagado y frío.
Apagado y frío, apagado y frío, apagado
de rodillas, en una habitación sorda,
gritando el silencio más absoluto.
Frío, resbala hacia el borde de la cara
bajo los párpados, sin sonrisas,
sin lamentos, sin heridas, sin pensar.
Apagado y frío...
La esperanza de un momento y un lugar
sentado al borde de la cama, estanca paz
vacía, fría e inerte. Para siempre.