Cuento frío del este.
Como si de un cuento se tratase
uno frío y triste del este
yendo directo hacia un final escrito
mi cuerpo reacciona acompañando con besos
la lenta melodía, fuerte y con paso firme.
Fuerte y con paso firme,
acompaña la cadencia, mujer,
al sonido de las botas en las mojadas calles.
Carrusel de una vida que gira y envejece.
Da vueltas, niña, al son del olor de
las flores y los rayos de sol

da vueltas, niña, sobre tus zapatos
a la luz de la tenue farola,
tocando mis dedos con tus manos
Da vueltas si quieres volver a sentir conmigo
que la magia nos conoce y sabe de que hablo.
Que la magia nos conoce, niña,
y sabe de qué le hablo.